La fiesta del 15 de agosto es la más importante de las dedicadas a la Virgen, ya que en ella se celebran todas sus virtudes.
La doctrina de la muerte, resurrección y asunción de Maria se desarrolla en Europa a partir del S. XII, textos relacionados con la Asunción se atribuyen a S. Agustín y Santo Tomas.
El 1 de noviembre de 1950 el Papa Pio XII publica la bula Munifecentissimus Deus declarando dogma de fe la Asunción al Cielo de la Virgen Maria.
De nuevo un angel se apareció a Maria, para entregarle una palma resplandeciente y anunciarle que su hijo la estaba aguardando.
Los Apóstoles, que estaban diseminados por el mundo, sintieron la necesidad de acudir a Maria, el lugar geográfico varia en unos casos se dice que Jerusalem en otros Efeso. Todos menos Tomas, reunidos entorno al lecho de La Virgen, presenciaron como Cristo acompañado de un cortejo de serafines recojian el alma de su madre.
Tímpano Pórtico de la Majestad, Colegiata de Toro, Zamora.
Al tercer dia, oyeron la voz de Jesús: "La paz sea con vosotros". El Arcángel Miguel recojio del sepulcro el cuerpo, y unido al alma fue elevada al cielo.
Asunción de Tiziano Asunción del Greco.
La Virgen entrega su cinturón a Santo Tomas,
Jacopo Negritti, apodado Palma el Viejo.
La primera imagen es el tímpano del Pórtico de la Majestad, perteneciente a la Colegiata de Toro en Zamora. en la base vemos la escena de la Dormición de la Virgen. En el centro de la composición vemos a Maria tumbada en su lecho; a ambos lados están los Apóstoles, dos ángeles elevan mediante un paño el alma de la Virgen que esta en aptitud orante.
Todas las figuras tienen el mismo canon a excepción de la Virgen Maria que es mas grande que el resto de personajes, y aunque su cuerpo esta de perfil su rostro aparece girado hacia el espectador, pudiendo admirar la expresión de serenidad que tiene. Aunque conserva rasgos arcaizantes como la isocefalia, las cabezas están a la misma altura, así como cierto hieratismo que el autor quiere contrarrestar variando levemente la postura de los personajes. Los apóstoles aparecen portando atributos que los personalizan y sus rostros son también diferentes en cada uno de ellos.
En esta maravillosa obra del gótico español, podemos admirar aun la policromia original, ya que tanto en el románico, como en el gótico la escultura tallada en piedra era policromada.
La segunda y tercera obras son de Tiziano y el Greco respectivamente, podemos ver el ellas una cierta similitud compositiva. Las dos obras se dividen en dos planos bien diferenciados, el terrenal y el celestial, los dos planos se relacionaran mediante la figura de la Virgen. en el caso de Tiziano en el plano celestial la composición es circular marcada por las nubes y los pequeños angelitos. En el caso del Greco el plano celestial marca una curvatura ascendente cuyos limites transcienden el formato del cuadro.
En ambas obras el plano terrenal presenta agitación y tensión, respuesta lógica ante el prodigio que los apóstoles están contemplando. La modernidad de estas dos composiciones la vemos claramente en los personajes que aparecen de espaldas, los escorzos, el movimiento ascendente que marca la composición de este plano mediante diagonales que la unen con el plano superior. Los rostros, en el caso del Greco, huyen de la idealización y nos presentan hombres reales con una gran fuerza y cargadas sus expresiones de espiritualidad.
Vemos en ambas obras las características de la escuela veneciana, en la que la obra pictórica se construye a base de manchas de color, la plasticidad de los materiales los hace casi palpables y el tratamiento de la luz crea contraste que ayudan a plasmar una mayor fuerza emocional, manejo absoluto de la técnica del oleo, una pincelada rápida realizada con un virtuosismo solo al alcance de los grandes.
La última obra perteneciente a Palma el Viejo, es mucho más formal en cuanto a composición y tratamiento técnico. Vemos un paisaje,el artista no divide la obra en dos planos uno celestial y otro terrenal que se conceptan mediante el prodigio de la Asunción, el paisaje ofrece un cielo sobre el que esta la figura de Maria y debajo de ella en el suelo los apóstoles colocados de una forma muy ordenada miran hacia arriba, mientras La Virgen esta dejando caer su cinturón como prueba del prodigio para Santo Tomás. Este momento de la entrega del cinto no es excesivamente frecuente en la representación de la Asunción, considerándose una escena apócrifa.
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